En un mundo cada vez más preocupado por la mejora de los procesos productivos
La Biomímesis emerge como una solución de futuro para mejorar la eficiencia energética de las infraestructuras. La aplicación de esta ciencia, que se inspira en los diseños que nos ofrece la naturaleza para producir soluciones sostenibles e innovadoras, está teniendo cada vez más aceptación en las estrategias de edificación con el desarrollo de materiales, técnicas y tecnologías compatibles con la biodiversidad.
“La Biomímesis nos enseña a estudiar la naturaleza como fuente de inspiración, capaz de dar respuesta a nuestros desafíos a través de los miles de ejemplos que existen de soluciones biológicas de adaptación”, señala Marlén López, arquitecta y directora del Laboratorio Biomimético, que destaca que esas estrategias son a menudo complejas, multifuncionales y altamente receptivas, pero con un importante impacto sobre el entorno ya que, al requerir menos energía para su construcción y funcionamiento, a la larga producen menos residuos.
Esta ciencia tiene un gran porvenir en los sectores de la arquitectura y la construcción, ya que la tendencia industrial en general se dirige al ejercicio profesional desde el respeto medioambiental. “Uno de sus grandes retos sería lograr cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), tratando de minimizar el impacto y dando respuesta a los desafíos sociales y energéticos que enfrenta la humanidad”, sostiene Marlén López.
Con un futuro prometedor, la inspiración de la naturaleza para crear grandes obras no es algo nuevo, sino que importantes arquitectos han acudido a ella para desarrollar edificaciones basadas en estructuras de organismos naturales: el Palacio de Cristal, de Joseph Paxton, cuyo diseño fue inspirado por los patrones estructurales de la hoja de un lirio gigante; la obra de Antoni Gaudí, en la que se repiten constantemente elementos que copian las formas de los seres vivos: la espiral como una forma de crecimiento natural o las geometrías regladas alabeadas en las estructuras para optimizar la eficacia material; o el diseño estructural bioinspirado desarrollado por Buckminster Fuller o Frei Otto.